Política internacional: La chompa de Evo y los símbolos del poder
Evo no quiere que le llamen Presidente, sólo Evo. Quiere parecer igual. Evo se presenta en España en visita oficial con un jersey multicolor que ha sido muy celebrado como atuendo informal por una parte de la opinión pública y oficial (El País, que le dedica un editorial a esa espontaneidad) Así rompe el protocolo, dicen y aplauden. Pero estos mismos se "visten" cuando salen a cenar, se ponen guapos cuando se casan y de oropel si les invitan a un acto oficial, a una recepción que los reconozca como especiales, es decir, no como ciudadanos normales.
La chompa de Evo quiere ser un símbolo contra los símbolos del poder. Pretende ser un símbolo de igualdad, de ciudadano igual a los demás, a los gobernados, aparentar que es uno más. Pero, Evo, no eres uno más. Tienes poder y lo ejerces. Vas a nacionalizar recursos e industrias. Es tu derecho. El nuestro, vigilar que lo hagas dentro de la ley democrática. No nos lo quites con tu chompa.
Los símbolos del poder sirven para manifestarlo, para que los ciudadanos sepan quien les representa y puedan vigilar su legítimo y legal ejercicio. Para poder criticar. El jersey y la pretendida informalidad no pueden ser un camuflaje de distracción del poder porque, Evo, nos dejas sin el arma ciudadana principal: el control del poder para mantener un equilibrio razonable de poderes. El título de Presidente es lo mismo. Ya no eres un ciudadano más (hace tiempo que no lo eres), luego no puedes aparentarlo.
Esa es la ventaja de los símbolos: son pistas claras que nos indican dónde apuntar. La antropología nos enseña que el símbolo y la representación simbólica está en el origen del Homo Sapiens, es el salto a la civilización, junto al lenguaje, la técnica, la religión… En la supresión del excelentísimo, del ilustrísimo está el mismo engaño inocente: intentar camuflarse para que el gobierno parezca ejercido por los ciudadanos de a pie, con lo que éstos –los reales- no pueden criticar, controlar. Sería como comerse a si mismos.
Evo cambia rápidamente en su visita a Francia y China. Ya aparece con una chaqueta. De respeto, se decía antes, porque indica el respeto que merece el personaje y su interlocutor, de respeto al Presidente de Francia, al de China. Evo dice que jamás hubiera imaginado ser recibido por el Presidente de un gran país como Francia. Demuestra gran olfato por quien pinta en el mundo. En España no dijo nada igual, claro. Francia y China, viejas culturas y grandes países, sin complejos.El Rey recibe a Evo. Si lo hubiera recibido en chándal, ¡qué falta de respeto! se hubiera dicho. Un rey en chándal no sirve porque no representa, no ejerce su función simbólica. Un rey en chándal tendría que estar en el gimnasio, no cobrando de nuestro bolsillo ni representándonos ante el mundo.
1 Comentarios:
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Publicar un comentario
<< Principal