8 de septiembre de 2007

Educación e instrucción

Reprocha Savater a Ferlosio, en una reciente polémica entre ambos sobre el oficial y feliz advenimiento de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que le parece obsoleta la contraposición entre educación e instrucción que hace el segundo en su Educar e instruir. De eso se trata precisamente, de reclamar el anacronismo de tal diferencia para levantar el vuelo sobre la confusión entre los dos conceptos a que ha llevado la marginación de los saberes como munición principal de la educación. Una ucronía necesaria para defender la necesidad de la instrucción, pariente pobre arruinado por la reducción de la educación a simpleza transmisora de valores igualitarios que, anulando al individuo, lo hacen indistinto –impersonal- y obediente y pasiva a la sociedad. El resultado de esta educación vicaria de la igualdad como obsesión para disciplinar al personal es una sumisión mórbida y creciente que se intenta disimular con el mantra de la ciudadanía sustituyendo a conceptos tachados de arcaicos y manipulables por el poder como el de sociedad. Pero como no hay escapatoria de este tiempo plano, tengamos al menos perspectiva para intentar la huida de sus estrechos límites: "Indudablemente una parte de la función de la educación consiste en ayudarnos a escapar -no del tiempo que nos toca vivir, pues estamos atados a él- sino de las limitaciones emocionales e intelectuales de nuestro tiempo." (T.S. Eliot)

Previamente, Ferlosio atribuía a Savater una preferencia por la educación como una especie de fase avanzada, comprensiva y casi anuladora de la instrucción: “En alguna otra ocasión he deplorado la falta de confianza de Fernando Savater en "los contenidos" del conocimiento, en la medida en que, con respecto a la enseñanza pública, no se conforma con ‘la instrucción’, sino que encarece, casi como más importante, "la educación". En ésta incluye hasta lo que llaman "espíritu crítico"; pero no sólo ocurre que el dicho espíritu crítico no puede ser materia de enseñanza, ni menos todavía de educación, sino que, por añadidura (aunque por mi parte preferiría para él otro nombre menos activo, más receptivo), es algo que sólo puede surgir precisamente de los contenidos (...)”.

Pero lo que ocupaba a Savater en su ¿Ciudadanos o feligreses? no era tanto la oposición entre instrucción (como enseñanza de conocimientos y habilidad para usarlos) y educación (como transmisión de valores y comportamientos), como una supuesta convención social de equilibrio que permitiría impartir Ciudadanía sin peligro de adoctrinamiento: “Los padres tienen derecho a formar religiosa y moralmente a sus hijos, pero el Estado tiene la obligación de garantizar una educación que desarrolle la personalidad y enseñe a respetar los principios de la convivencia democrática, etc. ¿Acaso esta tarea puede llevarse a cabo sin transmitir una reflexión ética, válida para todos sean cuales fueren las creencias morales de la familia? (...) De igual modo, existe una concepción común de los principios de respeto mutuo y de pluralismo valorativo en que se funda la ciudadanía, y hay que asegurar que sean bien comprendidos por quienes mañana tendrán que ejercerlos” (¿Ciudadanos o feligreses?)

Sin embargo, ese punto de equilibrio (no de equivalencia, como de hecho sucede) que reuniría en una familia de parejas bien avenidas a valores como solidaridad con competencia, redistribución de la riqueza con propiedad, derechos con responsabilidad para ejercerlos, gratuidad con esfuerzo, negociación con ley, paz con guerra, etc., ni existe ni se tiende a él, por lo que no cabe esperar enseñanzas ciudadanas neutrales para el uso de razón y espíritu crítico del alumno. Como todo sistema de valores, hay una jerarquía implícita que transmite la hegemonía al uso. Lo demuestran los mitos limpios de solidaridad, igualdad y negociación como estado social permanente frente a los sucios (también mitos, mentiras si se consideran autónomos) de mercado, ley y propiedad.

Por eso es pertinente la llamada a la mayor objetividad del saber y su enseñanza que hace Ferlosio, frente a la proliferación de catequesis laicas. La transmisión de conocimientos ha sido relegada a un rincón social vergonzante por las pedagogías de más rabiosa actualidad y pacífico dominio, en las que una indigestión de la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget ha sustituido a latines, teoremas y hechos varios. Y con el desprestigio de los conocimientos (contenidos, dicen los vacíos), se han desguazado sus correspondientes vehículos de libertad (saber y destreza para usarlo), autoridad (titular del conocimiento), propiedad (competencia del ilustrado, transferible al alumno) y jerarquía (quién está capacitado para enseñar y quién para aprender). Valores indivisibles e inseparables porque mutuamente se garantizan y cuya exclusión –como reflejo de su caducidad social- de los manuales al uso del buen ciudadano debería ser denunciada enérgicamente por sus nuevos paladines. Hay silencios cómplices que aplanan.



Graffiti de Basquiat
"Sé que un día doblaré una esquina y no estaré preparado para lo que me encuentre"

Del sobresaliente al progresa adecuadamente, sin preguntarse quién progresa y hacia donde. Al eliminar la posibilidad de sobresalir por muerte de su reconocimiento social, se suprime el riesgo de fracasar o triunfar individualmente (el fracaso escolar es contabilizado como culpa social). Se suprime así el espíritu crítico que deriva de la distinción personal: "Al estudiante que nunca se le pide que haga lo que no puede, nunca hace lo que puede." (John Stuart Mill). El desplazamiento del cómo y para qué enseñar al cómo aprender, de Durkheim a Piaget, de la acción del magisterio al reinado pasivo del infante (‘el que no habla’, ni hay prisa por que lo haga) conduce a la sumisión a través de la transferencia gratuita de la titularidad del conocimiento del profesor al alumno y a la etérea e irresponsable comunidad. Sin esfuerzo previo por parte de éstos para adquirirla. Y, por tanto, sin uso propio de razón, como juguete. Decía José Bergamín en su poco profética La decadencia del analfabetismo que el niño es analfabeto y sólo puede aprender a leer y escribir cuando adquiere uso de razón; “mientras tanto, todo es jugar”.

En tiempos de confusión los mismos que infectaron suelen recetar agua oxigenada en forma de respeto y autoridad para aclarar y teñir excesos. No se puede exigir respeto ni retorno a la autoridad en la enseñanza cuando se ha prohibido su origen -la distancia que define la diferente formación entre el que enseña y el que aprende-, su razón de ser -transmitir y estimular el saber- y su condición, la impersonalidad propia del saber. La igualdad que se persigue al arrumbar el conocimiento y sustituirlo por valores no es digna de respeto, en el sentido de esa distancia jerárquica, sino objeto de cómoda adoración y unánime aplauso al eximir de responsabilidad a todas las partes.

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13 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

A ver, probando. Vengo con prisas y no he podido leer aún este post de hoy pero sí le he echado ya un ojo a Umbral. Le tocó a "Las ninfas". Me parece que es una lectura para hacer en un estado de ánimo, el de quietud, en el que ahora no me encuentro, estoy impaciente, así que me he saltado algunos párrafos, páginas pero en conjunto me ha gustado su forma de narrar, el uso del lenguaje. Con la historia en sí no pude identificarme demasiado aunque sí lo hice en algunos aspectos. La búsqueda-deseo de trascendencia, en su caso a través de la literatura. Hubo al principio una frase que me gustó mucho, veré de buscarla y traerla.

8:12 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Pues sí ha podido ser, no se preocupe, Bartleby, no es su blog, es mi "cacharro", herrumbroso para más detalles.

8:13 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

"Sí, el nacionalismo crea escuela y el regionalismo, su versión beata, vergonzante y pueblerina, lo emula. Como en una película, como ficción que es, uno de los furores de mayor éxito es los títulos, rotular calles, tiendas, oficinas públicas, en la llamada lengua propia. Que así le llaman para que el castellano, la lengua mayoritariamente propia de todas las comunidades, parezca ajena. Como el perro que marca al territorio, rotular en lengua menor es excluir a los que antes se llamaban "naturales del país". El fin es hacerlos artificiales, demostrar que están de visita. Hacerlos ajenos por muy propios que sean."
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Açò va estar dit, per vostè, el dia 5 de setembre de 2007.
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Senzillament no s'entén des de qualsevol part del món on et col·loques i ho sentes.
Crec que fou el premi nobel de física (1922) Niels Bohr que digué:

"Els realistes són aquells qui comprenen que tan absurd és de prendre els valors absoluts de l'ordre com els de la llibertat, que saben veure allò humà i allò inhumà barrejat en cada fet, en cada institució, en cada conducta i, per tant, es guarden ben bé prou d'establir jerarquies. Precisamen, ells, cerquen en la contradicció que hi ha en tota cosa la millor possibilitat de comprendre-la, atès que allò que diferencia les "veritats superficials" de les profundes és que per a aquestes, el contrari també és veritat.

AMB TOTA LA TENDRESA I AMABILITAT, BART, FAÇA-S'HO MIRAR !

12:36 a. m.  
Blogger Bartleby escribió...

Josep: En primer lugar y como siempre, agradezco su comentario.
En cuanto a la cita de Bohr hay que recordar que era un científico y, por tanto, no se podía sustraer a la jerarquía como elemento de su método de investigación y, sobre todo, como factor empírico por naturaleza. Aplicando su teoría de las órbitas cuantificadas al caso de rotular las calles en lenguas minoritarias (Valencia, por ceñir el campo de crítica), "el número de electrones en cada órbita aumenta desde el interior hacia el exterior". Ése es el objeto de este tipo de políticas excluyentes: alterar el sentido y composición de la realidad mediante transformaciones que, pretendiendo ser "naturales", van en contra de la evolución natural de las lenguas, es decir, de la social. En el humano se invierten los términos natural y artificial con frecuencia.

Existe un segundo sentido en el que interpreto su cita de Bohr: como denuncia del absolutismo que toma la (pequeña) parte por el todo y excluye una parte de la realidad (en este caso, mayoritaria) al deformar la composición del elemento que se estudia. El verdadero objeto del poder. Estoy de acuerdo con esta interpretación. Podemos ignorar que el castellano es doblemente mayoritario en la CV (cuantitativamente y por ámbitos de usos) y engañar y engañarnos con subvenciones a la lengua minoritaria y ficciones sobre su historia. Pero no durante demasiado tiempo ni a todos.

3:36 p. m.  
Blogger Bartleby escribió...

Amable Amalia:
Precisamente Umbral pasa con frecuencia de un buen e imaginativo uso del lenguaje al abuso a que le lleva una compulsión lingüística. Su barroquismo está en lo primero pero su manierismo en lo segundo. Esa compulsión la aplica también a esa "búsqueda-deseo de trascendencia" (su afán por "ser sublime sin interrupción"), con lo se queda en el apeadero de la trascendencia, la cual es condición de la literatura.

3:42 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Bart: ejemplos: "con manos párvulas y lengua comulgante" describiendo una felo-masturbación. O "La letra picuda era esa lluvia diagonal y grafológica que a veces cae sobre las provincias aburridas" hablando de la escritura de cartas, etc. etc.

4:32 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Comentàvem en termes universals.
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No en restringir el camp d’estudi, ans el contrari, a eixamplar-lo. I no ignorar, o si més no, intentar-ho. El paràgraf que volia ressaltar era si la seua disquisició era universal o acotada geogràficament i circumstancialment. Si era superficial o profunda, en definitiva. Usem el mètode "realista" de la inducció:

els polonensos s’han passat gairebé nou (9) segles amb una llengua “menor”, n’use, Bart, la seua terminologia. Que globalment, crec, que és prou inadequada. “Compartint” una llengua “major” com ara, segons períodes, alemany, rus, etc. Òbviament, de manera “natural”, segons vós. Quan vaig anar a Puerto Rico i Gibraltar també era “natural” la situació. Era “natural” sols que en els dos darrers el que volien transformar la realitat eren els “spanishards”. No és casualitat que els sociolingüistes españols no serviren, doncs estan acostumats a anar damunt del "machito". I tiraren mà dels "d'ací".

El mateix em va passar a Mont-réal, amb l’anglès, a Estrasburg amb el francès, on l’alemany era, ja no alemany ans “alsacien”. La situació m’era familiar.

En 1973 vaig arribar a Perpinyà, i l’idioma “comú” ja ni era l’espayol ni el francès. Com vosté diu: “El verdadero objeto del poder.”. També coincidisc amb vosté en que és un error monumental allò de les subvencions. Per a què anem a voler les molles si podem tindre el pa sencer ?
És evident que la Morta no pot, ni vol convertir-se en una Confederació Helvètica. L’acta de defunció fou signada allà per 1898.
Sols volia en el meu comentari anterior reflectir que certes lògiques sols “funcionen” en el àmbit estret de dues grans pedres de moldre que són la fluïdesa global de les societats i les noves estructures globals a nivell palnetari. Entre mig, l’estat-nació que ve del XIX no té cap possibilitat a sobreviure. Quan la tendència dels que anem de menor és el poliglotisme, els hereus d’aquell estat monolingüe s’estan convertint en un perill global de primer ordre.

Cordialment i agraït pel seu comentari. Per damunt de vós, i de mi, està la VIDA que és la duu la certesa de les coses.

Sí, sr. Verle, a Flandes, viuen la mar de tranquils i feliços des de Westfàlia, sense "tercios". I d'ací a poc, millor, sense la (mala) influència parisina.

1:04 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Bart: Y qué tendré que ver yo con la felicidad de los flamencos.

10:09 a. m.  
Blogger Bartleby escribió...

Josep,:sólo unas notas en respuesta a su comentario y sin ánimo de sentenciar:

Para analizar la evolución de las lenguas y su vaivén en la noria de la historia convendría aislar (no ignorar, ni siquiera menospreciar, es sólo como método de análisis) dos factores: la cuestión sentimental, el vínculo de la población a su lengua materna, y su utilización política para formar nuevos poderes (que no otro es el objetivo último de los nacionalismos efervescentes en España).

El Estado-nación procedente del XIX, origen inmediato de la civilización actual, es –de momento- un muerto pronosticado que goza de buena salud. Tanta que se le multiplican los enanos. “La fluïdesa global de les societats i les noves estructures globals a nivell palnetari” producen una redistribución del poder, una nueva correlación de fuerzas por decirlo con Marx. O, mejor, una nueva versión del viejo equilibrio inestable entre centro y periferia. Pero las decisiones (por ejemplo, de inversión o en ciencia y desarrollo tecnológico) que toman esas nuevas estructuras van prescindiendo de barreras lingüísticas que toman las autoridades locales (por su propia supervivencia).

Las lenguas compiten y se puede dejar que lo hagan en libertad o estrechar el espíritu que revela su uso público. Cataluña tiene dos lenguas propias: el castellano, de uso mayoritario, y el catalán. ¿Por qué no existe la enseñanza en castellano en Cataluña, conculcándose los derechos de sus hablantes?

Más que bilingüismo existe especialización en el uso de las lenguas por ámbitos de relación. El políglota puede usar la materna para sus relaciones personales o comunitarias y su segunda lengua para relaciones profesionales o en el campo científico. Como sucede con el inglés en los países nórdicos. es un esquema de jerarquías cruzadas. Las empresas alemanas utilizan cada vez más el inglés en las fusiones y operaciones de cooperación entre ellas... de ámbito nacional. En la CV el 90% eligen el castellano en los cajeros automáticos. Son elecciones libres (hasta el punto en que puede predicarse eso de la libertad), no influidas por la búsqueda de imagen ni reconocimiento grupal.

10:06 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Bart: No vull entrar en discussions massa estretes. Guaite, per favor,com s'ho miren ja alguns anglosaxons i com estan els nàufrags del vells imperis. Llegiu-ne españols, francesos, russos, etc.

Tampoc amb ànim de sentenciar, ni de "trollerejar". El seu, el de vostés, Verle, és un dels que més em fa el pes. Faltaria més !

La/les resposta/es se la dóna vosté mateix després de llegir aquestes dues recomanacions d'assaigs. Fils argumentals que no es troben en la cosmovisió dels blocaires "penjats" en la tirallonga de l'esquerra. Cordialment i afectuosament seu.
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1. "The Nine Nations of North America" és un dels millors que mai no he llegit. El va escriure ja fa molts anys Joel Garreau, que era el cap de nacional del Post, i parteix de la idea que més enllà dels Estats Units, Canadà i Mèxic hi ha àrees evidentment comunes i molt distintes de la resta que ell anomena nacions. A partir d'aquesta tesi fa un retrat de la societat americana absolutament impagable, detallista i excitant en extrem.

Explique això perquè acabe de descobrir que Garreau manté un bloc on va actualitzant permanentment dades en la línia argumental del seu llibre. Així que vos el recomane.
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2.EL Nacionalisme Banal de Michael Billig és un llibre força interessant.

Es tracta d'un estudi lúcid, directe, amé irromp en el panorama de les nostres lletres. Es tracta de Nacionalisme banal del sociòleg britànic Michael Billig. Publicat per Afers i la Universitat de València.
L’estudi se centra en la descripció del nacionalisme dels estats nació que passa desapercebut, com si no existira. En canvi, el terme “nacionalisme” s’usa per a designar la perifèria: sobretot els casos en què una col·lectivitat no assoleix un reconeixement estatal. Per a Billig, analitzar el nacionalisme banal suposa esmolar les eines analítiques perquè aquest es disfressa de normalitat i de naturalitat. De tan habitual com és, deixa de ser percebut com a tal. En canvi, des del nacionalisme banal es destaca i es denuncia el nacionalisme dels altres. Curiós el fenomen!

Només una anàlisi lingüística, incloent una atenció superlativa a les suposicions, als sobreentesos i a les formes de referir-se a la col·lectivitat, dóna compte d’aquesta realitat. És a través dels “dixi” que s’apel·la a la nació. I els "dixi" són els “nosaltres”, els “aquests”, els “aquí”, el “poble” (o el “nostre poble”) quan no es parla de “aquest país”, o “la nostra nació”.

El nacionalisme banal es fa present a través de les banderes que solen haver en les gasolineres, en les cròniques esportives, en els mapes i en les informacions metereològiques, en els discursos dels polítics, en les paraules dels locutors dels telenotícies, en els programes del cor... (podríem afegir en l’animal que s’enganxen darrere el cotxe). Són paraules de recordatori constant que diuen que “nosaltres” som “aquí” vivint en la nostra “pàtria”.

El més fotut del tema és que els membres dels estats nació mai no reconeixen el seu nacionalisme, ja que el seu món particular no és percebut com un món, sinó que és el món. Com aquell personatge de Molière que parla en prosa sense saber-ho. I dóna pas a un dels gran equívocs de la vida dels nostres dies: els altres són nacionalistes, ells no.

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Continuarem en d'altres apunts si els sembla bé.
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Sr. Verle, el tema era minimalista i críptic, per manca d'espai: parlàvem d'educació, vitat ?

Vives, Erasme, etc. Flandes com a espai de llibertat de pensament. Sarkozy com a regurgitació fètida del jacobinisme sempitern.Lycées, etc.....Aclarit?

7:04 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Gracias por su excelente artículo y gracias por haberme permitido leer, a través de él, el extraordinario artículo de Rafael Sánchez Ferlosio, tan atinado, preciso y antidogmático como todo lo que escribe, y disfrutar de nuevo con su prosa contundente, fluida, única.

El problema que está en la raíz de la cuestión es que la pérdida de valores (o el cambio de valores) conlleva la insistencia en comunicar su contenido, ya olvidado, por parte de los dirigentes, con plena consciencia por parte de algunos de ellos, y absoluta ignorancia e inconsciencia por parte de la mayoría. Esa crisis, que se ha sufrido siempre que se han producido cambios culturales importantes en la historia (como causa o consecuencia de esos mismos cambios), nos ha enseñado que es en esos momentos cuando se ha producido un mayor desarrollo del dogmatismo de cualquier signo.

Si quiere, puede visitar mi blog elefanteblanco.blogspot.es

Saludos.

5:56 p. m.  
Blogger Bartleby escribió...

Elefante: He intentado 4 veces insertar el siguiente comentario en su blog (texto sobre Tintoretto), pero no hay manera. Tampoco he podido enviarle mensaje desde su formulario de contacto. Se lo dejo aquí por si lo ve y consigue copiarlo en su blog:

"Hay dos aspectos de Tintoretto que me parecen destacables:
a) su sentido artístico total, llevado por una gran energía y una visión omnicomprensiva propia del Renacimiento. Es decir, su pasión por el arte, mostrada en las maquetas que componía antes de ponerse a pintar;
b) su capacidad de incidir en un detalle concreto de una situación, en un gesto o una expresión de un personaje, sin ser un pintor minucioso ni puntilloso.

Saludos, Elefante Blanco, y enhorabuena por su blog que, por cierto, al abrirse ocupa más que la pantalla. Bartleby".

10:26 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Muchas gracias por su comentario, Bartleby.

Espero que pueda realizar, en un futuro, algún otro tan enjundioso como ese, si los problemas informáticos no persisten.

Saludos.

6:38 p. m.  

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