Los cuentos de Hoffmann y Bellini
Dice Nataniel a Lotario: “Sin duda estarán inquietos porque hace tanto tiempo que no les escribo. Mamá estará enfadada y Clara pensará que vivo en tal torbellino de alegría que he olvidado por completo la dulce imagen angelical tan profundamente grabada en mi corazón y en mi alma. Pero no es así; cada día, cada hora, pienso en ustedes y el rostro encantador de Clara vuelve una y otra vez en mis sueños; sus ojos transparentes me miran con dulzura, y su boca me sonríe como antaño, cuando volvía junto a ustedes. ¡Ay de mí! ¿Cómo podría haberles escrito con la violencia que anidaba en mi espíritu y que hasta ahora ha turbado todos mis pensamientos?” (E.T.A. Hoffmann, Fragmento de El hombre de arena)
Coetáneos Hoffmann y Bellini, no hay más vínculo entre ambas piezas musicales (así lo decía mi abuela) que el romanticismo, la evocación de Clara (el primero hace que todas sean Clara) y –especialmente- el placer de oír dos joyas:
Coetáneos Hoffmann y Bellini, no hay más vínculo entre ambas piezas musicales (así lo decía mi abuela) que el romanticismo, la evocación de Clara (el primero hace que todas sean Clara) y –especialmente- el placer de oír dos joyas:
- el A Te, O Cara, Amor Calora, de I Puritani, de Bellini, en interpretación de Alfredo Kraus (con expresión de sainete en zarzuela, en la primera imagen)
La histórica versión del gran Giacomo Lauri-Volpi, en vídeo:
- y Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach (la canción de la muñeca, de Les oiseaux dans la charmille, interpretada por Sumi Jo, directo en el Carnegie Hall). En esta grabación se incluye, en segundo lugar, otra interpretación de Lauri-Volpi de I Puritani. Repetición merecida con mejor audición.
(Primer vídeo y audio, cortesías de Bil)
Hoffman es más conocido por su literatura, en particular por sus cuentos, que por sus composiciones musicales (cambió su tercer nombre por Amadeus, en homenaje a Mozart) o pinturas. Su obra literaria comprende las referencias clásicas del romanticismo a personajes siniestros que combaten con frágiles mortales. El fatalismo como manera de revelar el lado trágico humano y el idealismo como su superación heroica. Destino y épica como evocaciones del mundo clásico.
Esa simbiosis es reflejada por la ópera póstuma de Offenbach, compuesta en 1880, último año de su vida, en la que el propio E.T.A. Hoffmann es un personaje, como él mismo hacía en muchas de sus historias. La más famosa de las obras musicales basadas en las historias de Hoffmann, el ballet Cascanueces de Tchaikovski, queda para otra ocasión.
Etiquetas: Literatura, Música
4 Comentarios:
Un bellísimo post, maravilloso, tanto como que colorea un día que ha amanecido nublado, de tonos grises.
¡Muchas gracias, generosos!
Saludos,
francesca
Era un Hoffman/nn de los buenos, es decir, el mejor; más completo que lo fue el francés, la norteamericana, o cualquiera de los otros alemanes. Un acierto hablar de él y llenar la página con la mejor música.
Caballero, me había asustado con lo de ETA, hasta que caí en la cuenta: Ernst Theodor Amadeus.
Del placer de la escritura musical, a la propia música romántica.
Me alegra su nueva atención por este tipo de artículos, aqunque habría que mejorar ese Gcast.
Saludos.
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http://www.lacoctelera.com/elquiciodelamancebia
Estimado Bart, quedado prendada de esta semblanza donde nunca una simbiosis reflejó mejor un paralelismo entre las Artes.
El romanticismo o el fatalismo del sufrimiento como resortes para la creatividad no me son ajenas. No creo que exista creador que no se exponga al dolor y la tragedia en carne propia como forma de brindar grandes obras.
Si el romanticismo es heredero o no de la épica clásica es reflexión que merece otro análisis, al menos por mi parte. Y que de las obras literarias surgieran óperas, como hoy día lo hace el Cine de la Literatura es, según veo, otra forma de inspiración válida e incluso necesaria.
Fué Verdi quien se basó en la obra de Alexandre Dumas jr-, "La dama de las camelias" para gestar su maravillosa "Traviata", claro que las comparaciones son odiosas... Nuevamente, el fatalismo y el idealismo sin retorno pasan de la literatura a la música con gran éxito. Lástima que la versión de Bellini no tuviera el mismo aprecio. Buscaré en mi discografía operística para mejor discernir. No opino antes de saber de qué hablo.
Bellos pasajes para recorrer esta ópera de "Les Contes d´Hoffman". Gracias, Bart. Esperaré ansiosa tu texto sobre "El Cascanueces".
Saludos.
Puri.
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