9 de marzo de 2006

Utilidad, opinión y la paz de la memoria.

Utilidad y opinión:
La pregunta del día que lanzó ayer El País digital: ¿Es útil que España y Suecia promuevan en Europa una política de igualdad de género? Es una falacia, porque sólo admite una respuesta posible, la buscada por esa tramposa redacción: SÍ. Otra cosa es cuánto, para quien y a costa de quien. La utilidad es siempre medible y puede ser incluso negativa (Creo que hace años que superamos los rendimientos decrecientes para instalarnos en los negativos) Pero por supuesto que es útil. La utilidad no es una opinión, es una cualidad de las cosas.
Una pregunta honesta y periodística hubiera sido ¿Cree conveniente que España y Suecia promuevan en Europa una política de igualdad de género?
Y, en la edición de mañana: ¿Considera que la moda del género es la enésima ocultación histórica del sexo?
O, directamente, ¿Practica el género? ¿En raso o satén?
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Memoria viva
La paz de la memoria:
"Ah, claro, yo voté a los socialistas"
El País de hoy (por ayer) viene pletórico: no hay por donde dejarlo.
En su conmemoración del Gran Día, pág. 37, rememora el voto femenino en España a través del testimonio de tres mujeres que votaron en las elecciones de 1933:
Mujer A, "una dona (sic) de Esquerra Republicana que acudió a las urnas 'como a una fiesta' (Mujer A está limpia y con pasado feliz)
Mujer B: "la viuda del falangista Onésimo Redondo, que aún conserva las ideas de la familia" (¡esas ideas, esa familia, esa condena!)
Mujer C: "una mujer socialista que cosió la bandera republicana de la casa del Pueblo que dirigía su marido: 'Ah, claro, yo voté a los socialistas' " (¡qué respiro! Podemos seguir tranquilos leyendo la Arcadia -perdón- feliz)
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Los extremeños no tocan:
Jesús Mosterín proporciona un dato fundamental sobre la razón de las cuotas
No hay ningún extremeño en la Orquesta Nacional de España. Esta supuesta discriminación contra los extremeños tiene su equivalente en el dato simétrico que Mosterín no ofrece: no hay profesores de la ONE en Extremadura, con lo que los discriminados son los músicos por no poder disfrutar de una merecida vida en esa bella región.
La solución científica no es la presumida cuota, dado que la orquesta debe considerarse como un factor constante en el análisis para que siga siendo orquesta y no fanfarria, sino una más sencilla: nombrar hijos adoptivos de Extremadura a un cupo de músicos equivalente al porcentaje de población que representa sobre España.
La orquesta seguiría sonando igual de bien y sería un homenaje que le gustaría a Pedro Muñoz Seca.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

7:46 p. m.  

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