4 de diciembre de 2006

Vísperas cubanas, calendas griegas.

(Diario cubano con una fotografía de Fidel Castro- REUTERS; Fuente: El País)

Vuelve la flebitis como recurso periodístico. Para cierta prensa, Cuba no es una transición hacia la democracia sino una especulación sobre la salud de Castro y las corrientes internas del régimen que se codean en su lugar: “La mayoría, por no decir todos los interrogados en las últimas 24 horas, referían abiertamente su impresión de que Castro se encuentra grave o muy grave. Y de que Cuba ha entrado en una nueva etapa: la de Raúl.” (El País, 4 dic. 2006) “El futuro de Cuba:…pulso entre 'chinos' y 'talibanes'” (El País, 3 dic. 2006) El enredo hospitalario y la interpretación de las declaraciones y movimientos de las familias del régimen deja la democracia para las calendas griegas.

Mientras se suceden informaciones para consuelo ideológico de occidentales nostálgicos, Latinoamérica se refugia en modernas versiones del populismo y se retrae como “continente perdido” que no puede competir con el resto del mundo “ni siquiera como amenaza”: “Desde hace décadas, el peso de América Latina en el mundo disminuye. No es un gran centro económico ni una amenaza para la seguridad ni una bomba demográfica. Incluso sus tragedias quedan empequeñecidas al lado de las de África. La región no se levantará mientras no deje de buscar fórmulas mágicas. (…) la paciencia es el mayor déficit que sufre Latinoamérica”. (Moisés Naím, Foreign Policy, dic. 2006)

No importa Cuba real ni libre sino su imagen de mito revolucionario en la conciencia occidental, una conciencia huérfana de héroes: “El 'raulismo' se consolida en Cuba” (El País, 4 dic. 2006). Un periódico-empresa, como es El País, vive de afinidades más que de su tirada en ventas o de su pegada en rentas. El principal periódico consolidado en la cultura española necesita mantener las adhesiones sentimentales de sus redactores y lectores y éstas se atan con mitos. En las páginas de internacional de El País hay una sección latinoamericana, corriente mitos del corazón, en la que brilla la revolución cubana como recuerdo para el lector de que una vez fue rebelde porque el mundo lo hizo así. Y si no lo fue puede suscribirse ahora a la actualizada utopía. El periódico-empresa es una caja de reclutas de emociones y no puede separarse de la última utopía de la izquierda si quiere mantenerse como ultramarinos espiritual de sus lectores.

("El dictador que gobernó con mano de hierro", pie de la foto de El País, Reuters)


Lo que es crónica implacable, sin aristas, para las dictaduras de derechas se transforma en análisis de tendencias políticas para las de izquierdas. Así, la noticia de hoy es el ‘raulismo’ y los márgenes de la publicada ayer eran cuatro opositores ofrecidos como flecos políticos: “Los disidentes esperan que el diálogo llegue a la política. Cuatro opositores al régimen valoran el discurso de Raúl Castro” (El País, 3 dic. 2006). El titular “El 'raulismo' se consolida en Cuba” da una imagen de dinamismo político y capacidad de evolución del régimen que tapa su olor a dictadura. Resabios de democracia orgánica propia, en la que las corrientes y familias del régimen suplían a los partidos políticos. Se cuenta Cuba como un régimen evolutivo en el que el bárbaro escalafón militar de Chile es nomenclatura con conciencia iniciando la transición. Los iconos de Pinochet y Castro siguen siendo fantasmas muy rentables.

Cualquier conocedor de Cuba sabe de la impopularidad de Raúl y de la insoportable ficción del ‘raulismo’, detalles secundarios o inexistentes en las crónicas periodísticas de El País. Cualquier interesado por el futuro democrático de Cuba ha de proveerse de gugels y lupa para rastrear el sitio político de la oposición. La revolución se afinca sucediéndose a sí misma y renueva sus complicidades críticas del exterior: “Por si sirve de algo, el diario Juventud Rebelde titulaba ayer a toda página: "Navegando hacia el mañana". Tremendo chucho el 'raulismo'.

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5 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

Excelente!

De lo mejor que he leido con respecto al tema de la supuesta transicion cubana.

Un abrazo.

3:36 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Creo que fue ayer Andrés Ortega, comentarista de internacional de El País, quien decía que no se podía hablar en Cuba de transición sino, previamente, de "transformación".
Ese retraso de la democracia sería intolerable en Europa, para la salida de una dictadura de derechas. Pero parece comprensible y defendible para dictaduras de izquierdas y exóticas, como la cubana.

La respuesta de los USA a la oferta interesada de diáloog hecha por Raúl no se ha hecho esperar:

"EEUU: Raúl Castro debe dialogar primero con pueblo cubano"

WASHINGTON (AP) - El Departamento de Estado respondió el lunes al pedido de diálogo con Estados Unidos formulado por Raúl Castro, hermano del enfermo presidente Fidel Castro, que el gobierno de La Habana debería más bien "dialogar con el pueblo cubano" y no con país o grupo fuera de Cuba.

"Nuestra posición clara de apoyo a una transición democrática ya ha sido expresada", dijo el portavoz Sean McCormack.

Raúl Castro dijo el fin de semana en un desfile militar por el onomástico de Fidel Castro, quien cumplió 80 años de edad, que estaba dispuesto a dialogar con Estados Unidos.

"Sirva la oportunidad para nuevamente declarar nuestra disposición de resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo entre Estados Unidos y Cuba", dijo. "Claro está, siempre que acepten nuestra condición de país que no tolera sombra a nuestra independencia".

McCormack dijo que con el gobierno de Castro no se da la predisposición de Estados Unidos de trabajar juntos como se ha ofrecido a hacerlo con el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez.

"Hay algunas diferencias cualitativas entre la situación en Cuba y cualquier otro país del hemisferio", afirmó en un diálogo con reporteros.

Hizo notar que en la Organización de los Estados Americanos (OEA) "hay una asiento que está libre, y es el de Cuba".

"La razón es porque Cuba no es una democracia", agregó. "La OEA está abierta... a países que tienen un sistema democrático de gobierno y eso no se ve en Cuba".

La OEA suspendió las funciones de miembro a Cuba en 1964 alegando que su tipo de gobierno no era compatible con la carta de creación de esa institución.

"Entonces, el diálogo que debería estar teniendo lugar es no entre Raúl Castro y cualquier grupo foráneo o cualquier país", dijo McCormack. "Es entre el gobierno con el pueblo cubano y se debería estar hablando de una transición a una forma democrática de gobierno en el país".

Preguntado si un diálogo entre Cuba y Estados Unidos facilitaría esa transición, McCormack respondió:

"No veo cómo un diálogo podría avanzar la causa de la democracia en ese país cuando se tiene un dictador a la espera que desea continuar la forma de gobierno que ha mantenido oprimido al pueblo cubano durante todas estas décadas".

1:51 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

El mañana tiene que negociarse, sobre todo, con los nuevos poderes fácticos de la isla: la plata extranjera.

La ventaja para los raules jóvenes es que los hugo y evo están 'a la moda' y, por tanto, pueden hacer de china, putin, etc.

El nuevo fascismo de origen marxista.

Después, más adelante, eeuu ya dará la cara directamente.

10:58 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Como bien dices, a la hora de enjuiciar las dictaduras se nota una escandalosa diferencia: las de izquierdas parecen menores, a las que hay que comprender e incluso aplaudir por su origen revolucionario. Una lástima.

4:55 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

El problema de las dictaduras está en la "marca" más que en el corazón de ellas.
Pinochet llegó al poder alentado por el socio americano con la intención de contener esa vía democrática marxista de evolución desconocida.
Fidel fue la revolución nacionalista cubana, luego devenida por mor de un marketing interesado desde Moscú, en Comunismo... y los tres años se convirtieron en 47.
El resto; las ejecuciones sumarias, la conculcación de derechos fundamentales, la creación de servicios de espionaje interior es idéntido en todas las dictaduras independientemente del sesgo porque derechas o izquierdas tienen sentido en democracia el resto es el pacto Molotov Von Ribbentrop.
Sin embargo y, según avanza la biología contra la contumaz y salaz trayectoria del dictador (incluyendo al pederasta Trujillo y a Franco) se aligeran, pierden parte de la plomada de negra muerte y sorda ceguera pretendiendo perpetuarse en un futuro en el que simplemente es imposible.
Lo malo es que esta confrontación puede acabar en guerra civil ahí el mayor problema y ahí es donde se ha de andar con pies de plomo.
bonhamled

2:29 p. m.  

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