El Propietario del Lector (sobre la honestidad periodística)
Continúa la semanal labor de traduttore, traditore por parte del ‘Defensor del Lector’ (El País, hoy) El lector lo es con mayúsculas, disuelta su opinión y su criterio en las hormas del periodismo-guía, en el periodismo como verdad revelada, en el medio como gran timonel. No importa la opinión sino la conducta al manifestarla.
“Los seudónimos del Foro:
Miguel Veyrat telefoneó el lunes pasado para criticar que las opiniones que se recogen en el espacio Foro Digital, creado en febrero pasado, se publiquen firmadas con alias o seudónimos. "Esto ofende mi sensibilidad de lector", precisó. Veyrat, un veterano periodista dedicado ahora a la literatura, argumentó que un diario serio no puede ocultar a los lectores quién sostiene cada opinión que publica, y recordó que, salvo los editoriales, atribuibles al director, los textos de opinión siempre han figurado firmados con nombre y apellido, incluidas las cartas al director. El uso de seudónimos le trae a Veyrat a la cabeza las formas de "la agresiva ultraderecha, tan presentes últimamente en Internet".
Ya saben, las formas de la agresiva ultraderecha, tan presentes últimamente en Internet. Basta con presentar una secuencia que empieza con una opinión ‘prestigiosa’ –prestigio acreditado por el intérprete Sebastián Serrano, por supuesto- y degenera rápidamente en generalización, para condenar los Foros digitales –excluido el de suscriptores a El País, al que más adelante se exculpa en este pregón semanal- opinados por aguerridos ultraderechistas.
La redacción de la sección ‘El Defensor del Lector’ utiliza técnicas de hoja parroquial: los feligreses seleccionados por el párroco confirman los dogmas, dan testimonio del periodismo como prueba de fe: importa la identidad real del acólito, no su opinión. El nombre y apellidos del lector santifican al medio. El seudónimo huele a infierno, a ocultación de intenciones perversas. Así, el corolario final de la defensa de esta semana excluye cualquier duda, cualquier posibilidad de salvación democrática para los foristas con seudónimo y, por tanto, para los Foros que los acogen: “¿Pero utilizar esta nueva herramienta de participación comporta asumir el uso de seudónimos? Dicho de otra manera: ¿es el anonimato consustancial a Internet? Creo sinceramente que no, y considero justificada la queja de los lectores. Más aún: no descartaría que, para colocar en su lugar a quienes utilizan el ciberespacio para insultar, la mayoría acabe superando la dulce adicción al anonimato.”
A confesarse, nickjornaleros.