La lucidez de W. H. Auden y la réplica de Ayala.
El siguiente texto de W. H. Auden se debe al nick Marisol, que hizo de Sherlock Holmes lúcido el 25 de junio de 2006 en el Nickjournal.
"No hace falta ser profeta para predecir las consecuencias...
El Idealismo cederá al Materialismo... Alejada de su habitual salida en torno al patriotismo o al orgullo cívico y familiar, la necesidad de masas de un ídolo accesible en el que confiar las llevará a elegir caminos irreconciliables en los que la educación no tendrá nada que hacer. Depresiones superficiales del terreno, animales domésticos, molinos destrozados o tumores malignos serán tratados con rango de divinidades.
La Justicia será reemplazada por la Piedad como virtud humana cardinal, y el miedo al castigo desaparecerá. Cualquier mozalbete se felicitará a sí mismo: " Soy tan pecador, que Dios en persona ha venido a salvarme." Cualquier mangante argumentará: "Me gusta cometer crímenes. A Dios le gusta perdonarlos. Realmente, el mundo está perfectamente organizado." La Nueva Aristocracia se nutrirá exclusivamente de ermitaños, vagabundos e inválidos permanentes. El Diamante en Bruto, la Puta Escrofulosa, el bandido al que su madre adora y la chica epiléptica que se lleva bien con los animales serán los héroes de la Nueva Tragedia, mientras el general, el estadista, y el filósofo se habrán convertido en el objeto de la rechifla de toda farsa y toda sátira."
(W.H. Auden (1907-1973), 'For the Time Being. A Christmas Oratorio', New York 1944)
A propósito del reemplazo de la Justicia por la Piedad, dice Francisco Ayala que "es la caridad la única vía de redención del ser humano ante el ejercicio cotidiano de la usurpación." La belleza de las palabras de Auden evocan la recomendación de André Breton -“acorralar siempre a la bestia loca del uso”- sobre el carácter subversivo de toda auténtica creación artística como elemento antagónico de la mediocridad aceptada de lo cotidiano. Con el corolario de Joseph Conrad: “Vivimos como soñamos: solos” (La línea de sombra)